como puñado de lluvia desnuda
eres la que no se va
la que deambula en los laberintos de mi memoria
como pájaro ciego agitando sus ausencias
en otra noche varada en la orilla de la angustia
como puñado de lluvia desnuda
eres la que no se va
la que deambula en los laberintos de mi memoria
como pájaro ciego agitando sus ausencias
en otra noche varada en la orilla de la angustia
sin Ariadna
sin espada
sin hilo
sin nada
o con apenas mis miedos
me adentraré en el laberinto de tus sombras
para espantar con los alaridos de mi sangre
la bestia enquistada en la memoria de tu llaga