todo comienza con una señal leve
un mínimo desplazamiento de cabeza
la aprobación de otra mirada
un índice que nos señala
un compás determinado
un conteo regular que nos nombra
y entonces como en la vida
entrar es inevitable
urge participar en ese permanente desafío
e improvisar dando lo mejor
y como ladrón de pájaros
escarbar bien adentro del alma
buscando la mejor melodía
sin esquemas sin certezas
dejándote llevar por lo que suceda
sólo dejándote llevar
dejándote fluir…
fluir
para que no duela tanto